¿Qué Tan Fácil es Emprender?

Para responder esta pregunta, hace falta tomar muchas variables en consideración.

En esta entrada no voy a tratar de señalar aspectos técnicos no quiero ser una voz crítica frente a las diversas dificultades por las que tienen que atravesar (no digo atravesamos, porque siento que estoy aún muy pollo para creerme uno de ellos), cientos de emprendedores en el país para lograr créditos de apalancamiento, conseguir inversionistas y establecer su proyecto en un modelo de negocio que genere renta.

Estoy plenamente convencido, que, como seres humanos, tenemos un llamado a la creación e innovación, desde pequeños, tenemos habilidades sorprendentes porque contamos con una herramienta que ningún libro, curso o taller te enseña a desarrollar: la imaginación, aquella facultad descrita por el diccionario como la capacidad de concebir ideas. Esta habilidad se va martillando con el paso del tiempo hasta hacerla encajar, no en la creación por sí misma, más bien en una herramienta que sirve para replicar lo que está establecido y escrito.

Son pocos los que se atreven a romper con eso y es a esas personas a las que debemos grandes revoluciones con profundos cambios. Hoy más que nunca, en esta era digital, los cambios son gigantescos, cada vez la adaptación en el ecosistema juega un rol importante, sin embargo, esa adaptación nos limita y no nos deja avanzar en la creación de ideas propias y es por eso que mi admiración y respeto para todas aquellas personas que deciden ir mas allá.

Creo que es sumamente importante la parte humana, descubrir que es lo que nos impulsa a crear, que nos impulsa a dar ese siguiente paso.

Debo admitir que desde mi posición como empleado no me va mal, hago lo que me gusta hacer, en el medio que me gusta estar y realizando proyectos que sin duda alguna traen consigo un impacto grande para las comunidades, lo cual es una de mis más grandes satisfacciones...

¿Qué tan Fácil es Emprender? Realmente si quieres emprender hay que comenzar anulando este adjetivo "FÁCIL", porque nada en el tema de emprendimiento lo va ser.

Te levantas un día con una idea, un proyecto, una nueva forma de hacer algo y ahí están los ¿por qué?, ¿para qué?, ¡imposible!, lo peor del caso es que no te lo dice el banco ni los inversionistas, son tu familia, tus amigos, tus hijos, tu pareja, las personas más cercanas las que cuestionan y con cierta incredulidad intentan apagar tus proyectos antes de que se enciendan, en ese punto tienes dos caminos, te contagias de su negativismo y desechas rápidamente tus ideas, o mandas al carajo cada interrogante que no aporta nada, te levantas un día y comienzas a escribir en una servilleta como será el camino que debes recorrer y a estructurar cada componente, das rienda suelta a todo lo que tienes pensado hacer con bases claras para conseguir lo que pretendes.

Desde que inicias a pensar en tu proyecto, el cual nace como una idea en tu cabeza, tú eres tu principal enemigo, tú eres quien más lo cuestiona, lo ves y analizas las variables, buscas quiénes están inmersos en mercado al que quieres llegar, te parece demasiado ambiciosa la idea y aveces ingenuamente crees que tu proyecto es único e inigualable. Incrédulo aún, pero, con la firme convicción que lo vas a lograr, debes saber que las equivocaciones y los errores son parte del camino, entendiendo que estos dos elementos son las claves que te llevarán al crecimiento y al fortalecimiento de cada emprendimiento, por lo cual, debes convertir a ese enemigo que eres tú, en tu mayor aliado, si tú no crees en lo que estás haciendo, ¿cómo esperas que los demás lo hagan?

El primer paso para emprender es romper con los miedos, los temores y los que dirán de la gente. El segundo es darle rienda suelta a todo el potencial que puedes desarrollar en cada sueño que te propongas aterrizar y construir.

Al final, la respuesta a la pregunta de este post, no la encontraremos aquí, pero muy seguramente, algún tiempo más adelantepodré decir con orgullo lo logré o tal vez diré fracasé, pero sin duda alguna volveré a intentarlo.

Un abrazo a quien se tomo el tiempo de leer este post hasta aquí…

¡Vamos con toda!

DAVID BERNAL.